Piscinas

Por qué eligir un clorador salino

Ahora que ya estamos entrando en la temporada de baño, cada vez más personas están interesadas en instalar un clorador salino en sus piscinas. Esto es debido a que empiezan a surgir los típicos problemas de piscina causados por el cloro. Seamos sinceros, la cloración de toda la vida no es el mejor método de tratamiento para la piscina.

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La cloración salina

Los tratamientos desinfectantes son muy importantes para destruir diferentes microorganismos como bacterias, virus y algas que, de otro modo, convertirían la piscina en un estanque rebosante de vida.

La cloración salina es un sistema que viene en sustitución de la ya conocida desinfección por cloro. Puede aplicarse a cualquier tipo de piscina o spa donde se requiera un desinfectante y trae consigo grandes ventajas, algunas de las cuales enumeraremos más adelante.

Cómo funciona un clorador salino

El funcionamiento de un clorador salino se basa en un proceso, mediante el cual, se convierte la sal en cloro activo en bajas cantidades y por cortos períodos de tiempo. Se trata de un proceso cíclico, sin pérdidas de sal, lo cual genera un ahorro de 80% en los costes de mantenimiento.

El proceso que se sigue es el siguiente:

  1. Se añade una baja cantidad de sal al agua (4 – 6 gr/l).  La concentración de sal en la piscina, normalmente, queda en el 0,5%.
  2. Se aplica a la sal una pequeña corriente eléctrica, por medio del clorador salino. El cloruro se convierte en cloro,  que es un potente desinfectante.
  3. El cloro, una vez que entra en contacto con los contaminantes, se vuelve a reconvertir en sal.
  4. El proceso se repite una y otra vez, sin que la sal se gaste por el mismo.

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Ventajas

Como mencionamos anteriormente, la cloración salina trae grandes ventajas.

  • No irrita ni perjudica los ojos. Al tener el agua una muy baja cantidad de cloro activo, esta no irrita los ojos de los bañistas.
  • No reseca la piel. El cloro en grandes cantidades reseca la piel. Dado que la cantidad nunca es alta, las personas que, comúnmente, no se bañan por problemas cutáneos, sí suelen hacerlo teniendo un clorador salino.
  • No deteriora el cabello ni la ropa de baño. La concentración de cloro tiende a producir sequedad y deterioro del cabello, además de la decoloración de los trajes de baño.
  • No deja olores en el agua. Con el sistema de cloración tradicional, al estar el cloro siempre presente, el agua adquiere un olor a químicos.
  • El color del agua es más nítido y claro. El agua clorada suele tener un color blanquecino. Sin embargo, con un clorador salino el agua será de un bonito color azul.
  • Consume poca electricidad y productos. Debido a que se trata de un proceso cíclico, la sal que se gasta lo hace a causa de los filtros.

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